La madera ha sido usada habitualmente desde la antigüedad en las obras de arte, si no vista y policromada, proporcionando un alma de alma de madera a la pieza. Los problemas fundamentales de este material son la reacción que sufre ante las diferentes condiciones ambientales, especialmente el agua y la humedad, y generalmente derivado de esto, el ataque de insectos xilófagos y hongos de pudrición.
Por ello, ante una pieza de madera hay que obligatoriamente realizar una fuerte inspección ocular para poder deducir si sufre o ha sufrido con anterioridad un ataque de este tipo y tomar medidas rápidamente para evitar que el problema pueda ir a más o eliminarlo de raiz, con productos profesionales de desinfectación y desinsectación.
Por lo general, otro de los problemas habituales en las obras de madera, son la pérdida volumétrica provocada por golpes o el simple paso del tiempo, teniéndose que reintegrar todas las piezas, para así poder recuperar la estética de la obra.
Muchas veces, en estos casos de pérdidas, es habitual la necesidad de reintegrar a parte de la policromía, el dorado, teniéndose que estucar la zona para posteriormente dorar al agua, siempre de la forma tradicional.
RESTAURACIONES
Autor: Anónimo
Estilo / Escuela: Mediados Siglo XIX
Técnica: Espejo, marco de madera dorada al agua
Medidas: 150 x 70 cm
Estado inicial
Desperfectos producidos por carcoma. Deformación del marco
Inscripción en la trasera del espejo
Estado final
